
-La chica del vaso de agua, si parece ausente quizá sea porque piensa en alguien.
-¿Alguien del cuadro?
-No, en un chico que ha visto por ahí. Le parece que tiene algo en común con él.
¿Recuerdan esta anécdota que les conté hace un año? Nunca volví a ver a ese chico... Hasta hoy. Dos veces.
La primera, yo iba en un taxi y él salía de una farmacia. No me vio, pero yo lo reconocí al instante. No "se parecía", no, era él.
La segunda, exactamente dos horas más tarde, yo iba en otro taxi, se detiene por un semáforo, volteo a mi derecha y ahí está, parado afuera de un oxxo, lo vi y lo reconocí de nuevo y el también me vio, y le sonreí ligeramente y seguro pensó que le estaba coqueteando o algo jajaja pero él también me sonrió, igual que aquella vez. Y entonces el semáforo cambió a verde.
Lo curioso es que me lo encuentro justo cuando estoy en una situación parecida a la primera vez... Ok, no parecida, igual. Sí, lo sé, tropiezo con la misma piedra. El problema es que amo a la maldita piedra.
En aquel post, Andrea me comentó:
"Esa gente es precisamente la que uno termina recordando siempre."
Y hoy más que nunca estoy de acuerdo. Ni siquiera sé su nombre o algo, pero al menos ya puedo estar segura de que sí existe =)