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sábado, 21 de enero de 2012

"No tengo ganas de encontrarme con cualquiera..."




-La chica del vaso de agua, si parece ausente quizá sea porque piensa en alguien.


-¿Alguien del cuadro?


-No, en un chico que ha visto por ahí. Le parece que tiene algo en común con él.





¿Recuerdan esta anécdota que les conté hace un año? Nunca volví a ver a ese chico... Hasta hoy. Dos veces.


La primera, yo iba en un taxi y él salía de una farmacia. No me vio, pero yo lo reconocí al instante. No "se parecía", no, era él.


La segunda, exactamente dos horas más tarde, yo iba en otro taxi, se detiene por un semáforo, volteo a mi derecha y ahí está, parado afuera de un oxxo, lo vi y lo reconocí de nuevo y el también me vio, y le sonreí ligeramente y seguro pensó que le estaba coqueteando o algo jajaja pero él también me sonrió, igual que aquella vez. Y entonces el semáforo cambió a verde.


Lo curioso es que me lo encuentro justo cuando estoy en una situación parecida a la primera vez... Ok, no parecida, igual. Sí, lo sé, tropiezo con la misma piedra. El problema es que amo a la maldita piedra.



En aquel post, Andrea me comentó:


"Esa gente es precisamente la que uno termina recordando siempre."



Y hoy más que nunca estoy de acuerdo. Ni siquiera sé su nombre o algo, pero al menos ya puedo estar segura de que sí existe =)

sábado, 19 de febrero de 2011

Por algo las vidas se cruzan en pequeñas eternidades.











Miras el teatro sin respirar. Apoyas los brazos en las rodillas, y el rostro sobre tus manos frías. No logras ver la luna, pero no te importa; las personas pasan y te miran porque, sentada así, pareces una muñequita que alguien olvidó. La ciudad a esta hora, es como uno de tus murales favoritos. Las luces tenues, iluminando todo, sin llegar a ti.





Recuerdas su peso sobre tus costillas, cierras los ojos y hueles su cuello, te muerdes los labios para que no se escapen sus besos. La realidad que te une con otro, te susurra que el tiempo no puede volver atrás...










Mini fragmento de un cuento que escribí hace una semana, basada en la anécdota de este post =) me pasaré por sus blogs y trataré de publicar más seguido, gracias a los que siguen comentando!! =)

viernes, 14 de enero de 2011

Una anécdota simple...

Que se convirtió en importante para mí.




Hace poco más de un año, estaba sentada en las escaleras del Casablanca, esas que son mi lugar favorito de Durango. Estaba triste y enferma, una semana atrás había tenido mi primer crisis de asma a mitad de una presentación, y gracias a eso no podría bailar en al menos tres meses, (que terminaron siendo casi seis...). La persona de quién más necesitaba apoyo se encontraba en ese momento adentro del hotel, sin importarle que yo estuviera sola afuera.
Sabía que el frío me haría daño, pero realmente no me interesaba, para esas fechas, lo último que me preocupaba era lo que pudiera pasarme a mí.

Me quedé mirando el teatro sin hacer nada, sin moverme, y de repente sentí muchísimas ganas de llorar. Entonces, un chavo de traje pasó frente a mí, tenía la piel blanca y el cabello muy claro, y llevaba un abrigo negro. Casi sin detenerse, me miró y me dijo "no llores" mientras me dedicaba una de las sonrisas más sinceras que he visto en mi vida.

Lo vi hasta que cruzó la calle. Fue la única persona que me hizo sonreír esa noche.